VUELVE EL SINÓNIMO DE AVENTURA
- Enfoque 74
- 28 nov 2020
- 3 Min. de lectura
Actualizado: 6 dic 2020
Al sur de Lima el valle de Lunahuaná reabre sus puertas al turismo. Deportes extremos, viñedos y restaurantes reciben a turistas después de casi 8 meses. ¿Podrán las calles de Lunahuaná volver a hervir de bullicio?
Por: Gabriela Luyo
El valle sagrado de Lunahuaná es uno de los 16 distritos de la provincia de cañete con más flujo turístico, reconocido por su gastronomía ancestral y por el pisco de uvina único de origen. La pandemia transformó esta localidad en un pueblo fantasma. Calles que en vísperas de iniciar el año escolar, en semana santa o en fiestas patrias hervían de turistas; exhiben ahora la reapertura de sus comercios y negocios después de 9 meses.
Tiempo extremo
El distrito más alegre de la cuenca del rio cañete tiene como actividad principal los deportes de aventura extrema como el canotaje, paseos en cuatrimotos, canopy, rapel entre otros.
Ivanov Calcerón, es promotor de deportes de aventura desde hace 30 años y fenómenos del niño, terremotos y demás catástrofes no tienen comparación con lo ocasionado por el coronavirus. Sus compañeros dejaron de trabajar con él y se dedicaron a diferentes actividades como a la venta de abarrotes, verduras y productos de limpieza en el distrito de Imperial.
El canotaje fue tan esperado como la cura que de fin a la pandemia pero con los nuevos protocolos de bioseguridad los botes que antes realizaban los recorridos con ocho turistas a bordo hoy solo llevarán a cuatro personas dentro de el. Estas deberán mantener una distancia de un metro y medio, además de usar mascarilla durante todo el trayecto para que puedan disfrutar de la naturaleza.

Fuente: Lunahuná Aventura
Crustáceo emblemático
A fines de marzo, en plena cuarentena, acabó la veda de camarón de río, pero el cierre de restaurantes, hoteles y la imposibilidad de venderlos a otras regiones hicieron que este crustáceo alimente a todo un pueblo en las semanas más duras del confinamiento.
José Rodriguez, el cocinero del restaurante ‘’La cabañita del cura’’ y buzo camaronero más conocido del anexo Jita, solía cazar estos crustáceos para la venta de su plato bandera ‘’El chupe de camarones’’, el cual a base de laureles, aji panca, tomate, verduras y otras especies era consumido en su gran mayoría solo por turistas.
Al paralizarse las actividades turísticas este se vio obligado a repartir gran parte de la caza del día a vecinos y a las personas más necesitadas por el motivo de que no tenían alimento ni mucho menos un sustento económico.
Con el plan de prevención del Covid 19 los restaurantes funcionarán con el 50% de su capacidad, este incluye también hoteles, clubs, piscinas, transportes y bares al aire libre

Creditos : Kathy Luyo Correa
La naturaleza no espera
Para Rossmery Vicente, dueña del viñedo ‘’Puro Jita’’, fué una coincidencia divina que los primeros meses de cuarentena calzaran con el reposo de las parras, pero a partir de la quincena de julio se da inicio a la poda. Esta puede extenderse hasta la primera semana de septiembre.
La poda es indispensable para el nacimiento de los nuevos racimos de uva, en este caso de la variedad de uvina, propia de Lunahuaná; considerada como ‘’guerrera’’ por resistir a una terrible plaga hace …años.
Julio y Agosto, fueron los meses más temidos por Rossmery ya que no obtenía los permisos necesarios para contratar jornaleros que ayuden con la poda. Así que a fines de setiembre ella elaboró un plan de vigilancia para que sus trabajadores puedan laborar bajo los protocolos de seguridad y para que la cosecha de la uva sea en el mes de febrero y marzo.

Creditos: Cathy Luyo Correa
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